Homenaje a David Bowie en la Sala Clamores

El lunes 12 de diciembre de 2022, lluvioso en Madrid, se celebró en la Sala Clamores el homenaje a David Bowie, con la participación de numerosos músicos. Sirvió también para seguir dando a conocer "Siluetas y Sombras".



Si no puedes ver el video pincha el enlace https://youtu.be/WOIP7a09TBc

FOTOGRAFÍAS DE FEDERICO ROMERO GALÁN:

Hipólito 'Bolo' García, organizador, dando instrucciones a los participantes






FOTOGRAFÍAS DE ROSA CAMPOS:



FOTOGRAFÍAS DE MIGUEL LÓPEZ:

















Presentación en Elda - Petrer (Fillmore Huertano)

 


Buscando a Bowie

Si no puedes ver sigue el enlace https://youtu.be/S1EP0PU2e7w

Bowie en las artes y en su despedida
Si no puedes ver sigue el enlace https://youtu.be/nHu6axYZmj4

Elegir un momento (pregunta de Chus González)
Si no puedes ver sigue el enlace https://youtu.be/7ar2QfQJPY0

Blackstar (preguntas de Nacho Para y José Pita)
Si no puedes ver sigue el enlace https://youtu.be/iV-ev1WXxME

Realismo en la narración. Con la intervención del burro del Fillmore.
Si no puedes ver sigue el enlace https://youtu.be/kSxSCHKkPqY

Evolución (pregunta de José Pita)
Introducción de Maki Soto a "Space Oddity"
Si no puedes ver sigue el enlace https://youtu.be/vtuI4C10bbw




Presentación en Elda-Petrer: Maki Soto

Maki Soto, bajista de la banda cántabra Copernicus Dreams, acompañó la presentación con una interpretación vibrante de "Space Oddity".


Si no puedes ver el video pincha el enlace https://youtu.be/RG55DDbQEGw


Presentación en Granada (Discos Marcapasos / 28º Film Fest)

Coloquio con Salvador Perpiñá en Discos Marcapasos, de Granada. Encuentro promovido por Pepe Mármol en el marco de l 28º Festival de Jóvenes Realizadores - Film Fest.

(Trailer)

Si no puedes ver el video pincha el enlace https://youtu.be/V1KyzqLTIm4

(Filmación íntegra, realizada y editada por Chema Morales)
Si no puedes ver el video pincha el enlace https://youtu.be/loxcBMsgKM0


La Estación de Perpiñá

El escritor y guionista granadino Salvador Perpiñá comenta por qué cree que "Siluetas y Sombras" es un libro sorprendente y necesario.

Con Salvador Perpiñá, en la presentación en Granada
(15 octubre, 2022, Discos Marcapasos)

Cuentan que el cachondísimo Zappa anunció la creación de su propio sello con la frase: "Justo lo que el mundo necesita, otra compañía discográfica". Parafraseando al bueno de Frank, podríamos preguntarnos ¿necesita el mundo otra biografía sobre Bowie? La respuesta sería "quizás" y, tras leer el libro de Juan J. Vicedo, pasa a ser: "desde luego que sí".
“Siluetas y Sombras. David Bowie” es un título que al buen fan le predispone favorablemente, ya que de él están ausentes camaleones, ch-ch-ch-changes y otros lugares comunes, optando por ese estremecedor berrido («Silhouettes and shadows, watch the revolution…») que abría a lo grande “Scary Monsters”. Hace ya 42 años. El devoto seguidor de Bowie ha leído algunas biografías, ha pasado años rebañando internet en busca de información, imágenes y chismes con los que alimentar el culto y, por tanto, podría enfrentarse con escepticismo a las páginas de un libro escrito por alguien con credenciales previas en el mundo del ensayo musical (ha escrito libros sobre Jarvis Cocker, Patti Smith o Dylan), pero que no vivió de primera mano los acontecimientos narrados. Sería un error que ello le disuadiera de sumergirse en las páginas de este libro de dimensiones justas. Ni demasiado breve ni demasiado tocho, como debe ser una biografía. “Siluetas y Sombras” está escrito con pasión y con rigor. Por supuesto que la cantidad de datos, anécdotas e información es valiosa, incluso para el más avezado bowiólogo, pero hay algo que la diferencia de todas los demás que yo conozca. “Siluetas y sombras” adopta un esquema sutilmente novelado. Con gran habilidad, Juan J. Vicedo combina la exposición de los hechos con afectuosas recreaciones de algunos momentos de su biografía, de modo que nos resultaría difícil distinguir la línea divisoria entre la conjetura, la imaginación y lo fehaciente. ¿Acaso importa? El mismo Bowie aseguraba no recordar apenas nada de sus años locos en Los Ángeles, hasta las trancas de cocaína y ha cambiado tantas veces de relato y de máscara (ahora soy yo quien recurre al tópico) que quién sabe realmente toda la verdad sobre la leyenda. Ese eficaz dispositivo narrativo imbricado en el libro, nos permite algo valiosísimo: por primera vez dejamos de ver al Bowie rutilante, enigmático, divino como él solo y nos encontramos con las andanzas no siempre gloriosas (la recreación de sus primeros años es fascinante y reveladora) del artista nacido David Jones.
Si no conoces nada sobre este extraño tipo de ojos con distinto color, si eres muy joven y estás empezando a ser arrebatado por su obra memorable, si te ha hecho feliz y musicalmente educado durante toda una vida, permítete un viaje por las páginas evocadoras de este libro sorprendente.

Moonage Daydream. Tratando con el caos.

 Reseña en Dirty Rock Magazine. Por Juan J. Vicedo.

Moonage Daydream David Bowie review reseña

Cuando tienes en tus manos la vida y obra de David Bowie, y además una ingente cantidad de archivos, incluyendo material inédito o poco conocido, ¿qué puede salir mal? Moonage Daydream nos deja un conjunto de momentos espléndidos, muy disfrutables, con el beneficio añadido de la gran pantalla, y sin embargo, después de más de dos horas de bombardeo audiovisual la pregunta tiene sentido, algo ha fallado en este documental con aires de blockbusterBrett Morgen, siguiendo la senda trazada por el propio Bowie, ha pretendido tratar de tú a tú al caos, una idea osada porque Bowie fue capaz de hacer una incomparable obra artística de ese modo, pero lo hizo porque era un genio como pocos.

Morgen, aunque su propuesta sea visualmente atractiva, ha sucumbido al peso del personaje y su legado, ha jugado al aprendiz de brujo y el caos se ha tragado su trabajo de cuatro años y lo ha vomitado. No es fácil, sino todo lo contrario, acercarse a una de las figuras más descomunales de la cultura del último medio siglo. No solo es el volumen de información sino lo que nos dice, lo que se oculta o se revela en ella, lo que pareciendo trascendente no lo es. Lo anecdótico y lo esencial conviven en Bowie y a veces se asemejan hasta confundirse. No olvidemos que él se llamó una vez a sí mismo “el actor” y razones no le faltaban. Poner orden en ese almacén de imágenes, pensamientos y trozos de vida que constituían el punto de partida de Moonage Daydream es un reto que Morgen aborda de modo peculiar, y del mismo modo que David Bowie se sirvió de la técnica del corta y pega para escribir canciones, él la usa hábilmente para negociar con la entropía, secuenciando a alta velocidad centenares de piezas de un puzle, primando lo visual y el impacto para el espectador. El resultado es en apariencia perfecto porque todas las piezas encajan, pero en la imagen que forman Bowie está desdibujado.

La razón de esa falta de definición está en el propio planteamiento de Moonage Daydreamen el objetivo al que tiende, que no es tanto contar como entretener. No es de extrañar la importancia que se da al período Let’s Dance, no porque no la merezca, sino porque fue este precisamente el momento en la carrera de David Bowie en que se presentó a sus seguidores como un gran entretenedor. Así, durante dos horas la pantalla se llena con todos los recursos del gran espectáculo, música e imágenes, sound and visión, que buscan satisfacer la curiosidad de unos, los que conocen algo de Bowie, y la necesidad de otros, devoradores incansables de todo lo que nos pueda llevar a algún lugar del universo Bowie en el que todavía no hayamos estado. En ese objeto de lujo que quiere ser Moonage Daydream hay espacio para telegrafiar algunos mensajes sobre su vida y obra, sobre su relación con el mundo y con el hecho mismo de la existencia. Son transcripciones que se pierden a menudo en la vorágine de imágenes, porque hay una intención declarada de que Moonage Daydream no sea un documental convencional.

Esa intención de no contar una historia, de dejar de lado la narrativa, lleva a que, paradójicamente, se acabe narrando en titulares, en extractos frecuentemente inconexos, perdiendo de vista a muchos de los actores imprescindibles. Salvo las referencias a su relación con su madre, Peggy Burns, y la importante conexión con su hermano Terry, y un ligero acercamiento a  lo que supuso Iman como punto de inflexión, la atención se centra en Bowie como creación de un personaje, y se pasa de largo respecto de la importancia que en ese proceso tuvieron, por ejemplo, Angie Barnett, Marc Bolan, Lindsay Kemp, Lou Reed o Iggy Pop, sin los cuales difícilmente puede entenderse su trayectoria artística. Algo parecido sucede con la persona que da vida al artista y con él al mito, David Jones, el niño de posguerra que se encarna en mensajero de las estrellas. En Moonage Daydream los rostros y las máscaras se suceden a gran velocidad, sin que haya un suficiente enfoque narrativo que sitúe al espectador en un contexto que permita vislumbrar las circunstancias que llevan a que no sean muchos sino uno solo el provocador Ziggy, el cadavérico habitante de Los Ángeles, el misterioso hombre del sombrero de ala, el artista que pinta lienzos y se entrega al sonido industrial, y el sereno hombre que en su madurez nos habla con su seductora y calma voz del lugar del ser humano en el cosmos. Hay un propósito confuso sostenido en un débil hilo cronológico, con el que Morgen teje y desteje para que lleguemos a creer que realmente no existe, pero lo cierto es que está ahí, con sus borrados de huellas y sus vueltas y revueltas que no impiden adivinar que lo que vas a ver a continuación va a tener que ver con Low o Scary Monsters o con Let’s Dance, y así sucesivamente hasta que a partir de Outside y Earthling parece no haber nada más que el vacío que lleva a Blackstar.

En ese viaje audiovisual la acumulación de contenidos llega a ser redundante, y se percibe una tendencia a lo fácil en el abuso de los efectos visuales lisérgicos y cósmicos y en el deliberado manejo de los decibelios para subrayar la intensidad de las escenas. Hay por otra parte un excesivo recurso a las disertaciones de Bowie sobre cuestiones de índole filosófica, presentadas de forma aleatoria, que conducen inevitablemente a explicar su obra desde clichés budistas sobre la impermanencia y el cambio, un reduccionismo que maltrata la realidad de un hombre que estuvo empeñado en una insaciable búsqueda intelectual. Bowie no es Yodah pero en Moonage Daydream acaba pareciéndolo. Se pierde la oportunidad de explicar quién fue a través de lo mucho que expresó en entrevistas a los medios, de mostrarlo en lo que sucedió en períodos decisivos como Los Ángeles, Berlín y sus últimos años en Nueva York, que no se pueden explicar con un simple cóctel de imágenes y de declaraciones aisladas. En lugar de ello se opta por salpicar la mezcla con interesantes tomas alternativas de sus canciones o filmaciones desconocidas de sus conciertos.

Cuando las luces se apagan todavía qedan en la mente las canciones y ese sinfín de colores con el que se han acompañado. Tal vez no se pretendía otra cosa. Prácticamente nada se añade a lo que ya sabíamos de Bowie, y para quienes se acerquen con la intención de ampliar su conocimiento del mito poco obtendrán, porque es casi imposible seguir las imágenes sin tener la asignatura previamente aprobada y con nota. Sin duda, y ya se ha visto en las abundantes reseñas elogiosas desde su estreno en Cannes, Moonage Daydream toma prestada de su protagonista la capacidad de deslumbrar, pero la falta de coherencia narrativa y el exiguo espacio para la reflexión lo convierten en un intento pretencioso de explotar el fenómeno Bowie. No es sino un espectacular tráiler de dos horas que anuncia un documental que no veremos, porque no existe.

Juan J. Vicedo es autor del libro “Siluetas y Sombras. Bowie” (Sílex, 2021)

En Uruguay, Isadora Libros

A diferencia de Dylan, Patti Smith o Battiato, Bowie nunca cantó en el Vaticano, sino contra él. Ahora, en la librería uruguaya Isadora Libros, Bowie -en la portada de "Siluetas y Sombras" - está más cerca de Juan Pablo II de lo que nunca estuvo de un Papa. Y, por cierto, el libro cotiza bastante más alto que la biografía de Wojtyla.



Una hora solo y el video de “The Next Day” ya ha sido repuesto en YouTube. Bowie, que en el homenaje a Freddy Mercury en Wembley se despidió rezando un padrenuestro por un amigo enfermo de SIDA, aborrece a la Iglesia y a la religión organizada, pero quizá nadie esperaba su furioso alegato anticlerical (“Vestidos santamente trabajan con Satanás / Solo saben que Dios existe porque el Demonio se lo ha revelado”). Si la canción es un torbellino, el video coprotagonizado por Gary Oldman y Marion Cotillard es un látigo de nueve colas. Ha sido retirado rápidamente por ofensas a la religión, y velozmente repuesto en aras a la libertad de expresión. Bowie ha calculado una vez más la jugada en términos comerciales, ha estado apartado del primer plano durante una década y ahora lo quiere todo para él.

(Del Capítulo "El día siguiente" - Parte Séptima. Solo hay silencio)

 

En la Feria Internacional del Disco y Coleccionismo de Santander

Con L. Avin y J. Martínez. Little Bobby, Santander.

El día 23 de agosto de 2022 se presentó "Siluetas y Sombras. David Bowie" en Santander, en coloquio con Luis Avin y Jesús Martínez en el speakeasy Little Bobby. A la presentación siguió el concierto de The Ziggy Stardust Band, liderada por David DeLlera, en la Sala Niágara. Los actos fueron organizados por Los Huesos de Portobello, en el marco de la Feria Internacional del Disco y Coleccionismo de Santander.

Extractos del concierto de The Ziggy Stardust Band y del coloquio.

En Érase que se era

"(este maravilloso libro) es mucho más que una biografía sobre Bowie, es adentrarnos en un minucioso ensayo que se lee con la avaricia con la que devoras una buena novela"

Del sitio virtual de Arte "Érase que se era", de Valencia.





En Radio Enlace FM, de Madrid

"No pensaba que nada me sorprendería a estas alturas sobre David Bowie, pero aquí están meticulosamente contados muchos detalles desde una perspectiva muy personal, desde lo más interno de Bowie. Sorprendente y altamente recomendable."

Palabras de Juanjo Mestre en el programa de Radio Enlace "Entre surcos de vinilo y vermú".

En la Feria del Libro de Madrid


 

En Orpheo

El periodista musical Txema Mañeru describe de modo muy visual la narrativa de "Siluetas y Sombras":

"Se lee con gran facilidad y es como colarse en casa de Bowie y contemplar su vida en pijama y pantuflas."



En This Is Rock

 En el número de mayo, Oscar Luis García de Baquedano comenta:

"Una biografía diferente, una narración novelada para viajar con Bowie hacia el interior de su propia vida,. Un ejercicio estilístico de escritura de alto octanaje literario y estructuración moderna, repleta de saltos temporales y flashbacks, con el que consigue guionizar el relato y atrapar al lector y de manera magistral enmascarar las más que evidentes toneladas de trabajo de documentación"

"Un libro para seguidores de David Bowie que, aun conociéndolo, quieran acercarse a una presentación más emocional y literaria de su carrera y su evolución  a través de sus múltiples mutaciones... y además de la generosa cantidad de fracciones de canciones traducidas, para los amantes de los datos y referencias musicales, un extenso e interesante anexo final"



En Ruta 66, con la firma de Alfred Crespo

Alfred Crespo, codirector de Ruta 66, editor y autor de libros sobre música, apunta en su reseña, cosas como estas:

"Uno de los autores más singulares del panorama literario español", "estudioso al milímetro", "capaz de extraer el jugo", "trabaja meticulosamente hasta sobrepasar por los cuatro costados el mero texto biográfico", "recursos literarios de altos vuelos"

Y concluye: "Rafa Cervera, autor del prólogo, también ha caído rendido ante los encantos de esta obra. No es para menos."



 

En Indienauta

Entre los 5 libros musicales recomendados en Indienauta con ocasión de la tradicional feria de Sant Jordi en Barcelona.

Miquel Queralt habla de "sugestiva travesía narrativa" y comenta lo siguiente:

"El escritor ha optado por una vía harto novedosa, desechando el formato clásico de la biografía para novelar la vida de su idolatrado protagonista. 'Siluetas y Sombras' acumula tanta información y desprende tal imaginación situacional, sea un restaurante, sea un estudio de grabación, que el lector puede llegar a pensar que Juan Vicedo es un trasunto del creador de 'Young Americans'. En el recorrido de espejos que es la vida de Bowie hay que destacar sobremanera el esmero con que se cuenta su relación con Berlín y Suiza, con Iggy Pop y con Brian Eno".

Destaca también las ilustraciones de Ismael Vicedo, que califica de notables.





En los Ultrasónicos de Radio 3

Luis Lapuente califica "Siluetas y Sombras" como libro imprescindible. En la emisión de Ultrasónicos del domingo 17 de abril, afirma que "cuenta todo lo que hay que contar sobre Bowie, y de una manera mucho más amena y original que las que estamos acostumbrados".



En Rock Bottom Magazine

Txema Mañeru empieza su reseña en Rock Bottom Magazine con las siguientes palabras:

"Vicedo ha firmado el más original, y probablemente el mejor, libro que se ha escrito sobre David Bowie en castellano".

Destaca también el crítico: "400 apasionantes y exquisitas páginas. No falta la obligatoria información (y muy fina) sobre el artista, pero prima más ese logrado trabajo literario que lo convierte en volumen tan especial. Buen prólogo del experto Rafa Cervera (entusiasmado con el enfoque del libro y con su autor) y epílogo también interesante de Javier de Diego. La guinda, las buenas ilustraciones de Ismael Vicedo".



 

Comentario de Esteban Leivas

En 1980 se publicó en Ediciones Júcar el libro "David Bowie", de Esteban Leivas, cuya influencia cito. Leivas, gentilmente, me hizo llegar su opinión sobre "Siluetas y Sombras":

"El libro es excelente por cómo abordas a un personaje y artista tan innovador y cambiante, por ende tan difícil, como David Bowie. Es una obra de autor, con imaginación y altura literaria. Tiene un largo recorrido."



En Popular 1

Federico Navarro es el autor de la reseña publicada en la revista Popular 1, en la que concluye lo siguiente:

"Es simultáneamente sencillo y complejo, un adictivo juego de siluetas y sombras que os atrapará desde el primer instante sobre todo porque está endiabladamente bien escrito. Y eso marca la diferencia."



En Lletraferit

 ¿Quién no ha deseado, aunque fuera por una vez, adentrarse en un túnel del tiempo y del espacio para vivir esos momentos históricos que siempre le han fascinado? 

Eso es lo que ha hecho Juan J. Vicedo, un trabajo muy meticuloso que combina una ingente tarea de documentación con un vibrante pulso narrativo que engancha al lector desde la primera página.

Entrevista con Carlos Pérez de Ziriza en el número de invierno de la revista valenciana de letras "Lletraferit".

Blackstar y Lazarus, dos testamentos

Hablando con José Pita en la presentación de Alicante

Librería Pynchon&Co, 6 noviembre, 2021

Si no puedes ver el video pincha el enlace https://youtu.be/kKsYfmbxV70

Presentación en Valencia (II): Bowie y las máscaras, con Rafa Cervera

En la Librería Bangarang, el 11 de diciembre de 2021, escuchando los planteamientos siempre interesantes de Rafa Cervera y contestando a sus preguntas.
Si no puedes ver el video pincha el enlace https://youtu.be/yn7SWzyR5us
Si no puedes ver el video pincha el enlace https://youtu.be/QYGuRWwZdz4
Si no puedes ver el video pincha el enlace https://youtu.be/yBg3Jmvamzg
Si no puedes ver el video pincha el enlace https://youtu.be/ten3ohBzWic

Los mejores de ¡Mússica! (2021)

Carlos Pérez de Ziriza sitúa "Siluetas y Sombras" entre los cuatro libros destacados de temática musical escritos en España y publicados en 2021:

"...por rizar el rizo de contarnos la vida y obra del sobadísimo David Bowie desde la que era, posiblemente, la única forma singular y provechosa de hacerlo a estas alturas, abordándolo como una gran y fascinante novela, haciéndonos sentir ahí mismo, donde se coció todo".







Peggy Burns



Tras su lectura de "Siluetas y sombras", Javier Arenas Planelles, reputado psicoanalista y autor del manual "Veinte lecciones introductorias y una brújula translacaniana", apunta hacia Peggy Burns, madre de Bowie, una pista interesante.